3 de junio de 2009

(#75) Profecías

por Emilio Luzbel

Tengo siempre a la vuelta de la esquina un final, el fin de algo. No puedo verlo y rara vez algo finaliza, pero la sensación está allí, acechándome, tiranizándome.

A veces deja de ser una sensación de final y se convierte en sensación de esterilidad, como si nada nuevo pudiera nacer en mí. Mi ser está gobernado por una gerontocracia; los sentimientos se niegan a procrear. Y los nuevos sentimientos que nacen se vuelven adultos descreídos, no tienen niñez.

Viejas profecías dicen que de esta forma sobrevendrá el apocalipsis, cuando la soledad termine de corromper mis cimientos. Pero una profecía en particular, una sola, sostiene que los años de la locura terminarán el año de la locura para ver llegar a una princesa sin alcurnia que reparará con paciencia y construirá un nuevo reino con más sol.

Así son las profecías: un ente que llega para destruir lo perfecto o un ente que llega para reparar lo malsano. Yo, por supuesto, no creo en ellas. Ya no soy un niño.

22/5/09

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy bueno vieja. Segui poniendo textos que no decaiga