7 de septiembre de 2011

(#84) I'm not only sleeping

no sueño, pero de soñar, soñaría ésto: es la hora de la siesta y en la librería hay way too much customers, estoy subido al penúltimo escalón de una escalera serpenteante buscando un libro que -me doy cuenta- nunca encontraré, de fondo John canta keeping an eye on the world going by my window, taking my time
todo el tiempo estoy A punto de caer, sosteniendo pilas de libros con las dos manos, haciendo equilibrio (ellos hacen que me pierda y me encuentre), abajo -a días luz- una piba pide Frankestein "pero de Editorial Cántaro", "de Cántaro no tenemos", parece no entenderlo porque sigue esperando;
una Doña Rosa con aires de espiritualidad, a medio camino entre el hippismo y la corrección, pide libros de Osho y enumera a todos los verduleros de la literatura que se tragó haciendo caso omiso a mi educada cara de Esas cosas me interesan tres carajos;
una ejecutiva blackberrydependiente revuelve los infantiles buscando exactamente lo opuesto a lo que yo le sugiero;
y el pobre tipo, humilde tipo que labura en el café de la esquina con sus zapatillas penalty de futbol de salón espera su turno apesumbrado, su turno de comprarle a la nena un librito para colorear, lo miro desde las alturas de este sueño autoinducido y creo que es mi amigo, cuando voy a almorzar al café de la esquina ahí lo encuentro, subido a su propia escalera tambaleante, con un amargo amago de sonrisa;
entre ellos, impacientes, hay treinta aficionados a los trenes que quieren la número 2763 de Todo Trenes que todavía no salió o la 24 de Tren Rodante que ya no sale más, mientras esperan hojean libros de fotografías ferroviarias que no pueden leer porque están en inglés -cruel ironía peronista-; 

(Cecille también está, se mira la librería entera y curiosamente el café al lado suyo nunca se enfría); 
finalmente encuentro el libro: Ontología de la Razón Existencialista en la Modernidad, Posmodernidad y Requetemodernidad, bajo los escalones ahora rígidos como el piso que ahora piso, intento cobrarle al Eminente Profesor que con perfecta dicción lo solicitó y cuando quiero abrir la caja registradora para darle cambio solamente tengo billetes y monedas de cien pesos, miles de billetes y monedas de cien pesos; please don't wake me now, don't shake me, leave me where I am, I'm not only sleeping...

4 comentarios:

Leticia dijo...

me lleno la cabeza de imagenes!... gracias... (faltaron los ansiosos de suedestadas no?, pero mejor, que siempre falte)

Sirena dijo...

Muy interesante, MUY. Desde arriba se puede observar mejor a veces, y con un tema de fondo como ese... Es una sensación de situaciones que viví en una disquería de otro país... tratando de leer los labios en otro idioma, descifrando por los gestos quién es quién.

Federico Kleier dijo...

normalmente me inmolaría en una situación similar... pero luego de leer el cuento, creo q podría sobrevivir, al fin y al cabo, era un sueño...

Tewa dijo...

Ese sueño fue pesadilla en Navidad, SABELO y la inmolación estuvo muy cerca.