Nota de autor:
Mientras yo volvía de Villa Gesell con mi amigo Nicolas Repetto en un micro, morían en la General Paz 3 personas, y una quedaba herida con multiples fracturas. La unica mujer (mejor decir "chica") era rosarina. Viajaban de vuelta de un torneo de Counter Strike. Se llamaba Aymará, le decian Eimy.
Al ver el golpe emocional que significó esto para muchos allegados, decidí demostrar mis condolencias escribiendo esto, aunque yo no halla tenido ningun tipo de relacion con ninguna de las victimas del accidente.
1/10/1988 - 1/02/2005
Era una princesa de ojos claros, y transitaba constantemente el corazon de quienes estuvieran cerca. Era de esas pocas personas que te llenan la cara de sonrisa, sea cual sea el momento por el que estuvieras pasando. Y hoy nos cubre el rostro un manto de impotencia, de bronca, de no saber como traerla de vuelta, de no saber como volver a respirar sin sentir dolores en el pecho.
Muchas veces la gente en estas situaciones se refiere a un "vacio" en el pecho. Creo que deberiamos tomarlo como una fuerza que está dentro nuestro. Es ella, al menos yo lo siento asi.
Si, es ella. Su amor no puede mantenerse dentro del tamaño de nuestro corazones, demasiados pequeños, siquiera para encerrar el reflejo de sus ojos.
Hoy nos cubre el rostro una sombra de dolor. Pero no por ella, el simple recuerdo de su sonrisa todavia nos contagia, sin importar donde esté. Estamos dolidos por la injusticia, no sabemos bien de qué. Pero estamos seguros que algo es injusto. Quien sea que alla apagado ese sol, llamese Dios, Destino u Hombre, nos está cubriendo de penas. Solo ella, una vez mas, nos devuelve la respiracion, como aflojando desde dentro nuestro, haciendonos olvidar que esto es injusto, y que su luz tenia demasiadas fuerzas para seguir dandonos calor muchisimo mas tiempo.
Era, sigue siendo, y será por siempre, esa luz que transita nuestros corazones, llenandonos la cara de sonrisa.
Esteban M. Landucci (2/02/05)
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