El 29 de diciembre de 2004, en las visperas del Año Nuevo, murieron en un recital de rock 193 chicos de nuestro país.
Rocanroles sin destino
El grito sale desde lo mas hondo de su corazon, y el vé, escucha y siente, como ese grito sagrado, sincero y aguantador, se mezcla entre otros igual o mas honestos que el suyo. Quizas gritos de miles de personas, quizas centenas, decenas... Para el son millones, para el es el mundo entero gritando, y fundiendose en un ritual de rock n' roll.
La magia de la guitarra que deja paso solo por momentos a una voz desgarrante que dice lo que el quiere oir, lo que todos quieren oir; la incesante bateria que golpea sus oidos y yendo mas alla su corazon, todo el ritual se manifiesta en esa gente que combatiendo las miserias está ahi para desahogarse y tambien ahogarse un poco en la danza mitica del alma con los instrumentos, de la mente con el corazon, de los trapos y las toppers.
El ritual apenas ha comenzado, pero cualquiera que halla asistido a uno sabe que el primer grito es el desahogo mas profundo, la descarga de adrenalina mas intensa y la locura y calma mas placentera que un ser humano puede sentir.
Las figuras estan sobre el escenario, y el monstruo inagotable delira sobre cualquier superficie: cesped, arena, cemento; cualquier piso invita a dejar bailar el alma y soltar la fuerza que se encarna desde el primer acorde. La voz que comanda esa suerte de circo desenfrenado, esta ahora dentro de cada cabeza que se ha acercado al lugar, esta en cada rincon de esos cuerpos, creando una conciencia con sus palabras y un recuerdo con sus movimientos, sus gestos, su simple figura de hombre; convertida en idolo por esa masa de sentimientos que salta, baila, canta y se desvive por no desperdiciar ningun momento. Porque aunque el rock n' roll no morirá jamas, la noche tiene su fin, y el delirio primero se vuelve cancion y luego silencio. Un silencio que se vá en cada mente, como rocanroles sin destino.
Yo no estuve en ese ritual, como si estuve en muchos otros. Pero son todos nuestros rituales, y toda nuestra gente la que esta llorando. No importa el nombre que esté pintado en tu remera, ni los logos en las entradas de tu billetera, el rock n' roll contrarió la frase que lo inmortaliza y murió un poco aquella noche.
Algunos rocanroles de esa noche se enfrentaron al destino mano a mano, y en muchisimos casos el destino venció. Y si algunos escaparon al destino en esa primer batalla, estan batallando ahora, una guerra fisica, o una psicológica. Y los que no estuvimos, porque esa noche no quesimos vivir el ritual de magia, estamos ahora batallando por la justicia, una utopia tantas veces perseguida por la ruta del rock.
El cantante, guitarrista y lider deE la banda grunge mas exitosa de la historia, Kurt Cobain (Nirvana), rememoró antes de morir como un verdadero rocker una frase de Neil Young, el mismo que en "Hey Hey, My My", habia sentenciado que el rock n' roll no moriría jamás. Escribió Kurt Cobain en su carta de despedida que "Es mejor consumirse que morir oxidado".
Ciento noventa y tres chicos se consumieron, aun sin querer, en una historia del rock que aun sangra. El rock n' roll dejo morirse un poco aquella noche.
“Pero en la punta del árbol más alto haremos nidos...
Y buscaremos otro viento mejor, uno que nos devuelva la voz.
Y habrá estrellas como huellas del destino. Del camino de los que siempre gritaron y nadie escuchó.
De los que siempre buscaron un viento mejor"
Callejeros - Un Viento Mejor
Esteban M. Landucci (3/02/05)
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