Llora, alma nueva
Sentado en la sala de espera del hospital vé pasar un par de ojos que se abren y se cierran lentamente. Ojos que quieren detener la velocidad de lo que esta sucediendo y rebajarla al nivel de lo propio.Esos dos ojos lentos van buscando por todos lados algo a qué aferrarse. Una simple imagen que parezca comprenderlos, que parezca saber lo que se siente estar ahi, tan lentos y cansados.
Pasan las caras instantaneas de médicos, familiares. Pasan las plantas que decoran el lugubre hospital, con su aroma tan caracteristico. Pasan las puertas del ascensor, y estos cansados ojos no pueden distinguir si estan abiertas o cerradas.
Estos enrojecidos ojos intentan escuchar. No podran, no es su funcion. Sin embargo creen escuchar, o por lo menos escuchan visualmente en las bocas de los doctores que gesticulan a una velocidad incomprensible. Hablan catastrofes y desesperanzas. Nunca una alegria para estos ojos perdidos en la inmensamente veloz realidad.
"¿Qué miraran esos ojos moribundos? ¿Donde estaran buscando esperanzas?" -se pregunta el anciano sentado en la sala de espera del hospital-.
Pero los ojos no tienen tiempo de responder y siguen su interminable curso. Como siquiera detenerse a razonar un segundo la respuesta, si un segundo aqui transcurre en un aleteo de colibrí. No, es evitable detenerse a responder. Tienen que seguir.
O mejor si pensar, pero en blanco. La nada es la realidad mas profunda. La nada contiene todo y nada a la vez, es compleja y tampoco existe. "Escuchemos" -piensan los ojos- "¿Qué será esa música? Deben ser los angeles que ya han tomado nuestra alma. O las brasas de Lucifer ardiendo a nuestra espera". -hacen un silencio en la nada, que en si es silencio, pero no lo es- ¿Será quizas un el grito de un alma entrando a una nueva vida? Deberiamos encontrar esa musica y aferrarnos a ella" -los ojos se abren-
"Llora nueva vida, aprende a llorar. Las lagrimas seran tu arma antes que las palabras, como lo seran tus encias antes que tus dientes. Llora ahora y nunca calles porque el alma necesita cantar de vez en cuando. Llora nueva luz de este mundo, llora porque el alma que contenia este cuerpo ya no esta aquí, y quien era dueño de este cuerpo ya no puede llorar. Llora por esto dos ojos que te estan observando, y que se van. Llora, nueva vida, nueva alma, por estos ojos que se despiden viajando a demasiada velocidad. No dejes nunca de llorar, pues morirá tu alma"
Y los cansados y enrojecidos ojos se fueron apagando, mientras la camilla los transportaba a una insoportable velocidad, apurandose demasiado por un cuerpo que ya no tenia alma y cuyos ojos estaban muertos.
Esteban M. Landucci (10/1/05)
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